Frank David Valdés Hernández (Matanzas, 1988) no pinta solo por el placer de pintar, por la satisfacción de crear formas bellas, bien proporcionadas, "atractivas" a la vista ...
Cada obra de Frank David evoca un sentimiento, una experiencia , una historia, una fábula o una actitud ante la vida.
No hay piezas "inocentes" en toda su producción.
A veces la metáfora es clara, perfectamente reconocible, a veces las implicaciones son más oscuras. Depende del impulso. Pero siempre hay algo más allá de la línea y el color. Un símbolo, una alusión, una pista o un regodeo intelectual ...
Más que un estilo, Frank David parece guiarse por los temas. Y cada tema "impone" una visualidad específica.
Por supuesto, hay constantes: el imperio del dibujo , la viveza del color. Pero en algunas obras la influencia del diseño gráfico es incuestionable (con la limpieza formal que requiere), mientras que otras tienden a un abstraccionismo expresionista.
Frank David parece cómodo con los antagonismos, incluso en la misma pieza.
El artista tiene el don del buen ilustrador (de hecho, hace buena parte de eso: trabaja con una de las editoriales más prestigiosas y singulares de Cuba), pero sus creaciones son autosuficientes, no dependen de textos que los explican o complementan.
Los valores plásticos de estas creaciones están a la vista; Puede costar un poco más dilucidar su poesía.